Emilio Ontiveros, presidente de AFI, habla en el “Ágora FIFED” de la economía española y el retraso en la digitalización de Europa

 

Sumamos conocimientos e innovación para impulsar el desarrollo económico

 
El invitado, en el centro, junto al presidente de FIFED, Vicente J. García Gil, y algunos consejeros.

El invitado, en el centro, junto al presidente de FIFED, Vicente J. García Gil, y algunos consejeros.




El pasado 6 de noviembre, un nutrido grupo de consejeros y amigos de la Fundación para la Innovación Financiera y la Economía Digital estaba preparado, bolígrafo en mano, para recibir a Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI) desde hace 32 años, cuya visita ha sido una de las más aclamadas de los más de veinte encuentros realizados hasta la fecha.

Con un perfil económico y no tanto tecnológico, a lo que estamos acostumbrados en el “Ágora FIFED”, Ontiveros vino a hablarnos de la situación actual de la economía española, en un entorno global de desaceleración y con el impacto de la creciente digitalización: máxima expectación, por tanto, entre el público asistente, que seguía las explicaciones del catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid como alumnos avezados que ansían conocer la opinión del profesor y experto ante la desaceleración a la que se enfrenta el país y el mundo en general.

“España crece casi el doble que la Eurozona. Hasta 2008 lo hizo un 3,6% de forma consecutiva; crecimos mucho, pero no bien. La imagen que hoy se dibuja es menos negativa que en vísperas de otras crisis, pero nuestra asignatura pendiente sigue siendo la tasa de paro, que puede llegar a doblar la europea”, empezó diciendo Ontiveros. “Se ha producido una contracción de la inversión en todo el mundo como nunca antes se había visto, sumado al descenso de la producción industrial y el estancamiento de la productividad de las empresas, el colesterol bueno”, puntualizó.

“Hay que hacer mejor las cosas”, reiteró el invitado en varias ocasiones. España se encuentra  reduciendo su ritmo de crecimiento, no en recesión -esto es, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) entra en territorio negativo durante al menos dos trimestres consecutivos-, pero ese menor crecimiento se da, de forma sincronizada, en todo el mundo.

Ontiveros destacó durante la charla el retraso en la digitalización de Europa como uno de los factores claves en la marcha de la economía. “Europa se ha quedado atrás en la dotación de capital tecnológico”, señaló. “El mundo se encuentra en una guerra fría abierta, que, en este caso, es una pugna tecnológica en la que Europa no juega”.

Y es que, según el protagonista del último Ágora, en el caso de Europa, ha dominado la austeridad mal entendida: “Hemos dado prioridad al ajuste presupuestario, en lugar de a la dotación tecnológica, y la innovación sumada a la dotación tecnológica hace que suba ese colesterol bueno, la productividad”, apuntó.

El presidente de AFI reconoce que Europa tiene su estrategia digital, “pero falta garra, inversiones”, y que en España hay componentes de innovación, si bien esta tiene lugar solo en algunos sectores, no existe un sector de innovación puntera. “Pero nuestra especialización sectorial es la que es y no hay que lamentarse por ello: la clave es que lo que sabemos hacer lo hagamos cada vez mejor”, sentenció.

Para Ontiveros, el camino que debe seguir Europa, esta Europa “japonizada”, que no crece, está en la transición energética y la transformación digital. “En los últimos años, China ha hecho una gran inversión en investigación y desarrollo. De allí sale el 65% de los ingenieros mundiales y más de la mitad de los estudiantes en las universidades de Estados Unidos son asiáticos, la mayoría chinos. Su economía, clasificada aún como emergente, invierte casi el doble que Europa en innovación”, resaltó.

España, como economía abierta, tiene un perfil característico y es que depende de las exportaciones. “Nos afecta lo que pase en el resto de países, para bien y para mal, por lo que el margen de maniobra es limitado”, indicó el catedrático. Y, en concreto, nos afecta mucho lo que suceda con el Brexit en Reino Unido, la segunda economía de Europa, muy importante para nuestro país. “Con 385.000 británicos viviendo en España de forma permanente, Reino Unido es el principal comprador de vivienda después de España y sus ciudadanos son los responsables del 21% de los ingresos por turismo que obtiene España”, subrayó el ponente.

A pesar de la comprometida situación en la que estamos inmersos, que se ha agravado con la inestabilidad política, Ontiveros no es del todo pesimista y cree que España ha demostrado tener un grado de madurez económica suficiente como para funcionar sin gobierno. Asimismo, considera que en nuestro país ha mejorado la “especie empresarial”: “Estamos asignando mejor talento a las empresas”.