El “Ágora FIFED” recibe al nuevo consejero Bienvenido Pascual y su estudio sobre la economía digital

 

Sumamos conocimientos e innovación para impulsar el desarrollo económico

 
El invitado, en el centro, junto con miembros del Consejo de Dirección y otros consejeros.

El invitado, en el centro, junto con miembros del Consejo de Dirección y otros consejeros.

 

 

 

Bienvenido Pascual Encuentra, hasta hace un mes (pues ya disfruta de su jubilación) asesor senior en la Unidad de Apoyo de la Dirección General del Instituto de Estudios Fiscales del ministerio de Hacienda y Función Pública, fue recibido con honores por el “ágora” el pasado 24 de octubre, como ponente de este programa de conferencias y como nuevo miembro del Consejo Asesor Profesional de la Fundación para la Innovación Financiera y la Economía Digital (FIFED).

Dentro de su estudio, casi filosófico, de cómo afecta el desarrollo de la tecnología a las distintas parcelas de la vida y a partir de un análisis que ha elaborado justo al final de su andadura profesional sobre la conexión entre el empleo y las nuevas tecnologías, un tema que le interesa especialmente, este exprofesor de Economía Financiera y Contabilidad compartió con los presentes las dificultades que para él plantea la regulación de los productos y servicios financieros digitales.

Con un enfoque que toma forma de la combinación de elementos no solo de carácter económico o de innovación, sino también políticos, sociales y culturales, Bienvenido Pascual tiene en cuenta fenómenos como el neoliberalismo, la globalización, la deslocalización, la integración de los mercados, el pacto social, la desigualdad o la renta básica universal, cuya llegada vislumbra, al menos, hasta que el mercado laboral logre adaptarse y diseñar nuevos puestos de trabajo y actividades que compensen la irrupción de las nuevas tecnologías, que, en su opinión, relegarán la función del hombre y harán caer el empleo.

Su planteamiento habla también de la importancia del cambio climático, el crecimiento sostenible y la economía circular, las operaciones transfronterizas o el libre movimiento de capitales y su tesis es clara: “No estamos preparados, ni mental ni institucionalmente, para un cambio tan rápido: el desconocimiento y el desconcierto son generalizados. Por otra parte, la vieja regulación no es válida para los nuevos productos financieros que se crean en la red”.

“El comercio electrónico tiene, desde hace años, su propia directiva”, expone el consejero de FIFED, “pero bitcoin ha abierto un agujero legal. Hemos pasado de los títulos físicos a las anotaciones en cuenta, hablamos de dinero electrónico, dudamos de si un token es un valor, una ficha de uso o ambas cosas, pero ¿qué ocurre si empieza a haber un intercambio masivo de tokens y no tenemos una regulación aplicable?, se pregunta.

“Ningún país quiere ser el primero en regular porque legislar es un proceso lento y la tecnología, en cambio, avanza muy rápidamente, por lo que existe el riesgo de que la ley se quede obsoleta”, reconoce este asesor, quien alerta: “No hay normativa ni regulación, pero el mercado sigue creciendo”.

Como en anteriores encuentros de nuestro “Ágora FIFED”, la interrogante se repite: ¿cuál es la alternativa, entonces: autorregulación, supervisión…?.